Aunque la demolición en las obras suele ser selectiva, en la práctica es frecuente que los escombros de piedra que se llevan a los centros de clasificación sigan contaminados con restos de madera, plástico y otros residuos de la construcción. Para producir escombros mixtos o de piedra de alta calidad, es esencial eliminar cuidadosamente estos materiales.
Tamizado y limpieza de residuos mezclados
Sin embargo, en el caso del tamizador de viento WS 1400, esto no tiene por qué ser un problema. El principio de funcionamiento de un tamizador de viento utiliza la presión del aire. Un flujo de aire dirigido con precisión sobre la fracción contaminada suministrada hace que las partículas más ligeras se separen de la fracción más pesada, como los escombros de piedra u hormigón, y se recojan en un contenedor de eliminación.
Para obtener un buen resultado en este proceso, el material a tratar debe tamizarse primero con un cribador plano, de modo que se elimine por completo la fracción fina. Esto es absolutamente necesario ya que, de lo contrario, esta fracción arenosa se expulsaría junto con la fracción residual. El objetivo es mantener la fracción ligera de residuos lo más ligera posible para minimizar sus costes de eliminación.
Por tanto, para que el tamizado eólico sea eficaz, es imprescindible suministrar a la máquina material perfectamente tamizado.
El proceso comienza extrayendo la tierra, concretamente las fracciones 0/20 mm y el exceso 60/plus, del material. A continuación, la fracción intermedia 20/56 mm se somete a separación mediante un tamiz de viento, separando la fracción ligera de residuos de las piedras. El resultado final es una fracción pétrea de 20/56 mm 100% pura.